Letras que permanecen cuando la muerte pasa
Sobre el duelo, la memoria y la vida que insiste
Aviso al lector
Este texto aborda experiencias de duelo, pérdida y reflexión sobre la muerte desde una mirada consciente, íntima y no sensacionalista. Lee con calma y respeto hacia tu propio proceso emocional.
Texto principal adaptado
El libro que ahora leo, escrito por un autor joven, José Cohen, llegó a mis manos sin una razón clara. Tal vez por azar. Tal vez por necesidad. Es una novela sobre una muerte, y sin conocer al personaje más allá de las páginas, ha logrado arrancarme lágrimas. Así funcionan las letras cuando están vivas.
Pienso entonces en Saramago, en Monsiváis, en escritores de excesos verbales y pensamiento nítido. Enterarse de una muerte siempre duele, pero hay pérdidas que provocan una tristeza distinta. Dos de ellos vivieron y partieron; el otro existió solo entre párrafos y la imaginación de quien escribe. Y, aun así, también murió.
Hablar de estos autores hoy es casi un lugar común. Todo lo que podría decir ya ha sido dicho. El pésame, el recuerdo, la evocación de su obra, todo está escrito. Por eso decido hablar de la muerte misma, de ese rincón inevitable hacia el que avanzamos con cada minuto que vivimos.
Puedo recordarlo con claridad. Hincada frente a la tierra que pronto cubriría su ataúd, le di un hasta pronto. Mi llanto cayó como ofrenda. Alrededor, algunos susurraban, otros lloraban. Yo intentaba comprender lo que estaba ocurriendo. Una y otra vez regresaba a la última imagen, a la última conversación.
Le había leído el tarot poco tiempo antes. Y aunque sé —con absoluta certeza— que la muerte no se anuncia en las cartas, no pude evitar reprocharme no haber visto el accidente. El ser humano intuye muchas cosas, pero no controla el tiempo ni el final.
Mi padre descansaba ahí. Solo necesitaba una semana más de vida para cerrar un ciclo importante, para cobrar el fruto de años de espera. No ocurrió. Y esa ausencia marcó no solo su historia, sino la mía.
Lo recuerdo como el hombre de humor fino, el padre que me acurrucaba de niña, el que aún aparece en mis pensamientos y en mis palabras. A veces incluso hago las bromas que él habría hecho. Así permanece.
La muerte no se supera. Porque, en realidad, no desaparece nada. Algunos permanecen en libros, otros en recuerdos. Mi padre vive en mis letras.
La muerte duele, pero también es lo único seguro que compartimos todos: ricos y pobres, amantes y solitarios, creyentes y escépticos. Cada muerte es única, como lo es cada vida. En ese sentido, todos nos volvemos artistas del final.
Por eso intento vivir cada instante con atención. No porque la muerte me persiga, sino porque la vida ocurre solo una vez. Mientras yo la esquivo con intensidad, ella espera con paciencia. Y en ese diálogo silencioso, elijo vivir más hondo.
Le exijo a la vida cada emoción, cada pensamiento, cada instante. Nada se repite. Ojalá pudiera grabar la memoria de una charla, de un vino compartido, de una risa. Porque cuando alguien muere, no solo se va su cuerpo: se va lo vivido.
Y aun así, algo queda. Siempre queda.
✍️ NOTA DE LA AUTORA
Este texto es una versión revisada y adaptada de una columna escrita originalmente por Nicté Bustamante (Nykte) y publicada en 2010 en SDP Noticias.
La versión original puede consultarse aquí:
👉 http://sdpnoticias.com/sdp/columna/nicte-bustamante-nykte/2010/06/20/1064794
Esta adaptación forma parte del proyecto editorial El 7 de Nykte – La Flor del Conocimiento, como una reflexión consciente sobre el duelo, la memoria y el sentido profundo de la vida.
🌸 CIERRE
Si este texto resonó contigo, quizá sea momento de escucharte con más claridad.
Acompaño procesos de reflexión y toma de decisiones desde una mirada consciente, práctica y profundamente humana.
Si deseas una consulta o asesoría personalizada, puedes escribirme directamente por WhatsApp y con gusto te explico cómo trabajar juntas.
👉 WhatsApp: https://wa.me/message/5H534TKZJPXXJ1
También comparto reflexiones y contenido en mis redes para seguir cultivando conciencia y conocimiento, paso a paso.
El 7 de Nykte – La Flor del Conocimiento
Claridad para quien está listo para mirarse.

No hay comentarios.:
Publicar un comentario
Aquí deja tu "Humilde Opinión"
Toda opinión es valiosa en este espacio, incluye respeto en ella.