miércoles, junio 09, 2010

Una protesta hermosa: el arte como alimento del alma - Nykte

Ilustración artística sobre la protesta consciente a través del arte, la creatividad como acto de esperanza y la expresión humana como fuerza transformadora – El 7 de Nykte

Una protesta hermosa: que este país se atasque de arte

Reflexiones sobre la creación, la sensibilidad y la urgencia de nutrir el alma


Una hoja en blanco es el mayor misterio para un escritor. Contemplarla y pensar con qué llenarla: tal vez una historia, un cuento, una anécdota, un texto filosófico, una ciudad remota con héroes mágicos o alguna enseñanza.

En la clase de pintura de mi hija —que pude contemplar hoy gracias a que regresé una hora antes— el maestro hablaba de las siete reglas de un artista. Yo apenas alcanzo la “ar” de artista, así que solo recuerdo dos de esas maravillosas reglas:

  1. El artista tiene que sentirse artista.

  2. El artista debe hacer lo que quiere respecto a su trabajo.

Cuando comencé a escribir mis columnas no sabía de qué escribir. Observaba otros textos: tonos serios, narrativas cuidadas, anécdotas bien construidas. Miraba y dudaba. Hasta que un día me lancé, como quien se arroja a un precipicio sin saber cómo va a caer.

Tomé mi mala ortografía, mi pésima gramática, mi miedo a ser quien soy y decir lo que soy, y los guardé en un viejo veliz debajo de la cama. A veces quieren salir, pero no importa. Como dijo el maestro de mi hija, soy una mujer que se siente artista, con una curiosidad cruel por todo y mucho que decir, incluso cuando parece que no digo nada.

El arte es alimento del alma. No conozco a nadie que viva sin arte: música, literatura, danza, pintura. El ser humano necesita rodearse de él. Tal vez porque todos sentimos, pero no todos sabemos expresarlo. Cuando alguien logra interpretar nuestras emociones, miedos, pensamientos o sueños, nos acercamos a ese artista y permanecemos ahí, contemplando.

El dolor duele menos cuando lloramos con José Alfredo.
Un paisaje se transforma cuando miramos a Dalí.
Los sueños danzan cuando vemos bailar a los cisnes.

Somos centros de emoción, y estas necesitan ser estimuladas.

Por eso hoy alzo la voz —no con violencia, sino con belleza— para recordar que el arte es una necesidad humana. Las guerras, las muertes y las injusticias serían menos asfixiantes si pudiéramos pisarlas con una nariz gigante de Dalí o escucharlas transformadas en un canto de esperanza.

Hoy ruego, pido, suplico, sueño y deseo que este país se atasque de arte.
No sé si el arte resuelva un solo problema, pero sé que nos vuelve más sensibles, nos permite volar y liberar lo que llevamos dentro.

Hagamos una protesta hermosa: consumamos arte, creemos arte, defendamos el arte.
Que suene esta columna como un altavoz en un concierto.
Y que los artistas —todos— se sacudan, plasmen sus papalotes y nos ayuden a soñar.


✍️ Nota de la autora

Este texto es una versión revisada y adaptada de una columna escrita originalmente por Nicté Bustamante (Nykte) y publicada en 2010 en SDP Noticias.
La versión original puede consultarse aquí:
👉 http://sdpnoticias.com/sdp/columna/nicte-bustamante-nykte/2010/05/28/1052410

Esta adaptación forma parte del proyecto editorial El 7 de Nykte – La Flor del Conocimiento, como una protesta consciente a favor del arte, la sensibilidad y la expresión humana.


🌸 Cierre consciente

Si este texto resonó contigo, quizá sea momento de escucharte con más claridad.
Acompaño procesos de reflexión y toma de decisiones desde una mirada consciente, práctica y profundamente humana.

👉 WhatsApp: https://wa.me/message/5H534TKZJPXXJ1

El 7 de Nykte – La Flor del Conocimiento
Claridad para quien está listo para mirarse.

No hay comentarios.:

Publicar un comentario

Aquí deja tu "Humilde Opinión"

Toda opinión es valiosa en este espacio, incluye respeto en ella.