
Felicear en tiempos de tristeza
Felicear en tiempos de tristeza

Una decisión consciente frente a la violencia, el miedo y la vida
Cuando vivía mi abuelita, recuerdo que al llegar a verla le preguntaba:
—¿Qué haces, Agüe?
Y ella me respondía:
—¡Ay, hija, pues aquí… tristeando!
Con el tiempo empecé a escuchar esa palabra por todos lados. Todos la repetían incesantemente: tristeando. Hoy miro a mi alrededor y, como si esa palabra hubiese sido una maldición, es justo lo que veo: tristeza por todos lados.
Ayer me enteré de la muerte de un empleado de la UNAM, conocido de un amigo mío, al sur de la ciudad. Otra vez el mismo discurso: “Lo lamentamos… nos estábamos comunicando con unas balitas y pues se nos fue una, disculpen”. Otra vez.
Y luego está el caso del estudiante de la UNAM que estaba de intercambio en Monterrey. “Híjole, señor, se me hace que vendía droga”, les dijo el procurador a los padres. De no ser porque el rector de la UNAM —como buen puma— se puso firme y exigió que se esclarecieran los hechos, probablemente no nos hubiésemos enterado.
¿Estamos entrando en una época en la que ser universitario y querer hacer algo por el país es suficiente para recibir una condena de muerte? Porque ni a los del Tec respetan. O quizá estos son solo los “sicarios” que se puede demostrar que no lo eran. Muchos otros, etiquetados como tales, tal vez eran padres de familia o personas plenamente integradas a la sociedad.
Hoy cualquiera puede ser un “sicario en potencia”. Y así, policías y ejército hacen su agosto. Pero no quiero hablar de eso hoy. La tristeza me gana… perdón.
Regreso a la palabra tristeando.
Desde que comenzó esta llamada “guerra”, los mexicanos tristeamos por la vida. Y ¿saben qué? Ya me cansé.
México se merece la felicidad.
Sí, algunos mexicanos hacen pendejadas. Pero no todos.
La mayoría nos rompemos el lomo todos los días para llevar comida a la mesa. Pasamos horas trasladándonos para tener un trabajo honrado. Llegamos a casa con la ilusión de besar a nuestros hijos. Valoramos a nuestros amigos. Nos solidarizamos cuando alguien necesita apoyo. Ayudamos cuando podemos. Somos personas buenas, con valores.
La mayoría de los mexicanos somos personas hermosas.
Y lo mejor de todo: estamos vivos.
¡No más tristeza!
No merecemos vivir tristes por lo que unos cuantos hacen pendejamente.
¡Ya basta!
Desde hoy he decidido felicear.
Felicear con mis amigos.
Felicear con mi hija.
Felicear con mi gente, con mi familia, con mis perros, con mi trabajo, con las personas con las que me cruzo cada día.
Felicear por la vida.
Felicear no va a resolver los problemas de este país, pero sí va a hacer mi vida bonita. Porque respiro. Porque siento. Porque estoy viva.
Mientras tenga aliento, voy a felicear. Y voy a compartir esa felicidad con todo aquel que se me ponga enfrente.
¡Ya basta de tristeza!
Bienvenida la felicidad a mi vida, a mi gente, a mi país —que es mío— y que es el más hermoso del mundo, simplemente porque así lo siento.
Si mis fuerzas alcanzan, haré que mi país felicee conmigo.
Pese a las pendejadas de otros, mi felicidad es aquí y ahora.
Porque estoy viva.
✍️ Nota de la autora
Este texto es una versión revisada y adaptada de una columna escrita originalmente por Nicté Bustamante (Nykte) y publicada en 2010 en SDP Noticias.
La versión original puede consultarse aquí:
👉 http://sdpnoticias.com/sdp/columna/nicte-bustamante-nykte/2010/05/06/1039715
Esta adaptación forma parte del proyecto editorial El 7 de Nykte – La Flor del Conocimiento, como un acto de memoria, resistencia emocional y elección consciente de la vida.
🌸 Cierre consciente
Si este texto resonó contigo, quizá sea momento de escucharte con más claridad.
Acompaño procesos de reflexión y toma de decisiones desde una mirada consciente, práctica y profundamente humana.
Si deseas una consulta o asesoría personalizada, puedes escribirme directamente por WhatsApp y con gusto te explico cómo trabajar juntas.
👉 WhatsApp: https://wa.me/message/5H534TKZJPXXJ1
También comparto reflexiones y contenido en mis redes para seguir cultivando conciencia y conocimiento, paso a paso.
El 7 de Nykte – La Flor del Conocimiento
Claridad para quien está listo para mirarse.
No hay comentarios.:
Publicar un comentario
Aquí deja tu "Humilde Opinión"
Toda opinión es valiosa en este espacio, incluye respeto en ella.