
Por Jass Bernal
Escribo acerca del término “Godín” porque se ha vuelto muy común entre la tropa y cada vez más usado entre los jóvenes, millenials y para abajo para referirse a su trabajo y a su vida en general de manera despectiva y mediocre.
Vivimos en una sociedad que muchos consideran monótona, aburrida, de pocas oportunidades, donde no hay mucho que proponer, no hay mucho que hacer, es así y ya. Nada más y nada menos que nuestros jóvenes, la esperanza del futuro vive así, sumidos en una lánguida existencia falta de propósito. Este término se ha popularizado entre ellos a pesar de no estar ni en el mismo contexto social, ni siquiera cercanos a la época en la que surgió.
Dícese de los años 60 en que como todo en nuestra mente, los medios de comunicación reflejaron un cambio económico en el país y diseñaron un personaje que insertaron en nuestro inconsciente no sólo a través de Gutierritos sino de muchas otras historias que hablan del mexicano pobre, sin sueños ni oportunidades, resentido social y con aspiraciones lejanas de ligarse a la princesa heredera de algún palacio pero limitado por su pobreza… la pobreza que todos tenemos en la cabeza.