28 de Octubre del año 2002, el
día más horrible en mi vida, mi hijo se iría en los brazos de su padre,
diciéndome adiós con su manita, ese fue el último día en que lo vi como un
bebé. Lo vi una vez más a los seis años y no lo he vuelto a ver. En un mes más
cumplirá 14 años, cuento los días en que sé que él me buscara. Ya pasé la línea
en donde lo legal podría haber cambiado algo. Lo hice, dos años de juicio
empantanados en Toluca, Estado de México. Si, las leyes en México podrán ser
maravillosas, pero pareciera que la aplicación o no de la justicia, depende de
los medios económicos de la persona. Ahora, a esperar a que él me busque, sé
que ese tiempo pronto llegará.